La vida
vive ajada
de miserias,
acostumbrada
a diarios ritos
y todavía hay
quien afirma
que las espumas del mar
aman las arenas. |
El alma
sólo es una vaso de cantina
germinado en eventos
con aroma de evasión;
torbellino de sexo
entre minutos y gestos
como dulces en platina,
escarzo en la mañana.
El alma es, quizá,
la negación del misterio |
Aunque es otra
la lluvia que moja
y otro gris
el de este Sena
Los sentidos se refugian
vigilante acordeón de años escolares
uniformados con las galas del latina
Y recorriendo tu puente
me he calzado los zapatos de ayer.
Eventual abrigo
tu latido-Bastilla
forjadora remota
vuelve a sentirse mío
por el libre boulevar
de tus derechos.
Soy un islote
me habitan, desierto
corazón acantilado,
vuelos solitarios
con sus picos cazadores
mimetizando
nidos sueños. |
A escondidas se mofaron de mis
logros,
y pensaron condenarme a su estilo.
Indiferente a mi esfuerzo
degustaron, en festín, mis
confesiones,
clavando mi andar,
cociéndome el alma.
Ahora tengo quien me cuide
y me proteja,
a quien entregar el fruto cosechado
en el espacio largo
que desteje la prudencia.
La razón ya ha encendido mis velas
atizando el fanal
y el calendario;
ya no huyo del espanto
por tus sendas.
Aunque algún día
volvamos a encontrarnos en la misma
avenida
teñida de acuarelas. |